Teilhard de Chardin: La Noosfera y El despertar de las masas

La ciencia ha venido a comprobar que estamos viviendo en un planeta que es un organismo viviente y que además tiene una mente. Ha acabado la etapa de expansión (multiplicación), de establecimiento (ocupación del suelo), y entramos en la convergencia (repliegue, concentración y evolución del pensamiento superior). La vida en la Tierra es una unidad que constituye un sistema complejo conocido como la biósfera y se emplaza en la envoltura de la tierra. Siendo el hombre la fuerza dominante en la biósfera, la noosfera define la próxima etapa de la evolución terrestre, que abarcará y, a su vez, transformará la biosfera.

La Noosfera es la envoltura pensante de la Tierra. Se hace progresivamente más densa a causa del aumento de hombres, de la calidad de su espíritu y de las relaciones entre ellos, es el estrato que conduce la energía liberada en el acto del pensamiento. Está a la altura de las cabezas humanas interconectando toda la energía del pensamiento y generando la conciencia universal.

Teilhard de Chardin (S XIX), quien recogió la teoría elaborada por Vernadsky, observa en la evolución contemporánea un particular aumento de la socialización, entendida como “multiplicación progresiva de las relaciones sociales”. Estamos entrando en una nueva Era que posibilitará el desarrollo de una Noosfera, es decir, una capa pensante. Así, Teilhard de Chardin escribió acerca de una “…red de vínculos…literalmente más y más presente, en la inmensidad de su organismo, como la imagen de un sistema nervioso…”

Pero la integración no debe producir la despersonalización. Para Teilhard, la “colectivización” debe ser personalizante para el individuo. Según Teilhard, la fuerza que será capaz de hacer converger a la Humanidad, en esas circunstancias es El Amor, entendido como la única manera de integrarse por afinidad que no obliga a perder la personalidad, como la única manera real y efectiva de ganar consciencia.

Para Theilhard, “el lado psíquico de la materia se vuelve determinante, para apuntar así a la culminación de un proceso en donde la Tierra-noosfera es reemplazada por una super-mente, significando de este modo la realización del espíritu en la Tierra”.

“Es un Amor quien construye físicamente el Universo”